Los graves desórdenes desatados en el clásico londinense de fútbol entre el West Ham United y Millwall generaron conmoción en Inglaterra y abrieron el camino para una investigación de la federación local. La Federación Inglesa de Fútbol (FA) anunció tras el triunfo del West Ham 3-1 en un partido de la Copa de la Liga contra el Millwal, de Tercera división, una amplia investigación del caso.
«Condenamos todo lo que ocurrió en el Upton Park», dijo un portavoz de la Federación. «Esperamos que todos los culpables sean excluidos de por vida del fútbol. No tienen lugar en nuestro juego».
Centenares de aficionados participaron en los disturbios de la pasada noche dentro del estadio y en los alrededores. Arrojaron piedras, prendieron fuegos e irrumpieron en el terreno de juego. Un hombre de 44 años fue herido en el pecho con arma blanca, pero se halla fuera de peligro, según comunicó la policía.
La policia, que movilizó a varios centenares de agentes, parte de la base de que los desórdenes fueron preparados de antemano. La violencia comenzó ya antes del partido y duró varias horas. Un aficionado dijo a la emisora BBC que fueron los peores disturbios desde hacía 30 años. Unas escenas que retrotraen a los peores momentos de los hooligans británicos.
El entrenador del West Ham, Gianfranco Zola, se mostró consternado: «No había visto nunca algo semejante. Esto no es bueno para el fútbol», dijo. «Sabía que el partido era muy explosivo para los dos grupos de seguidores, pero no sabía que iba a ser tan terrible. Tales escenas no quiere verlas nadie. El club no tolerará tal comportamiento y castigará a los culpables prohibiéndoles de por vida la entrada al estadio».
El entrenador del Millwall, Kenny Jacket, dio una versión diferente: «En ningún mommento temí por mi seguridad». Entre ambos clubes, que desde abril del 2005 no se habían enfrentado, reina tradicionalmente un gran rivalidad. Sus anteriores encuentros acapararon los titulares de prensa por los desmanes de los hooligans. En 1978 hubo numerosos heridos en un «clásico» y 70 aficionados fueron detenidos.
De hecho, los enfrentamientos entre seguidores de ambos clubes inspiró la película Hooligans, que retrata a la perfección la violencia de los seguidores británicos.
Frente a la habitual ligereza con la que se actúa en otros países, Inglaterra es famosa por sus contundentes reacciones a la violencia de sus hinchas desde las reformas impulsadas por el informe Taylor -se prohibieron las vallas en torno al césped y las localidades de pie y se instauró un férreo control y sanciones a los alborotadores-. Lejos de poner paños calientes a lo sucedido el lunes, la Federación de Fútbol ha exigido una amplia investigación y que se prohíba de por vida el acceso a los estadios a los culpables.
Mientras el técnico del Millwall, Kenny Jackett, aseguraba que los seguidores de su equipo -solo 2.300, por razones de seguridad- habían mantenido un buen comportamiento y que él nunca se había sentido inseguro durante el encuentro, en el banquillo del West Ham, Zola se declaraba «totalmente superado por los acontecimientos».
Desde el club de Upton Park se hizo público un comunicado en el que se condenaba lo ocurrido y se defendía la decisión de sancionar de por vida a los culpables, aunque parece muy difícil que la entidad esquive también algún castigo.
Los miembros del equipo de seguridad privada, como la policía, se vieron superados en varias ocasiones por los violentos que llegaron a rodear y agredir a los efectivos de vigilancia: «No eran hinchas, eran hooligans enloquecidos; basura».
bueno y por ultimo aqui les dejo el video:
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